El difícil arte de delegar para el abogado
¿Temes la llegada de las vacaciones por las semanas que nos vas a estar en el despacho? ¿Deseas cerrar todos los asuntos tú solo durante este mes de julio, con el estrés que todo ello conduce? ¿No sabes cómo organizar y delegar los asuntos de cara a las vacaciones?
Cuando se acercan estas fechas antes de las vacaciones, te planteas a quién dejar a cargo de los asuntos en tu ausencia. Has intentado varias opciones para delegar en el pasado. No obstante, algo sigue sin funcionar. Al final siempre acabas siendo tú el que tiene que responsabilizarse de los asuntos, parece que nadie del despacho puede hacerse cargo de los temas como tú lo haces. Y eso es exactamente lo que ocurre. Nadie puede hacerlo como tú, es decir, de la forma a cómo tú quieres que se haga. Ahí radica la cuestión, «en la forma en que tú deseas», que parece ser la única manera infalible de resolver los asuntos.
La realidad es que no existen personas ni métodos infalibles, únicamente personas centradas en sí mismas e incapaces de delegar asuntos en los demás miembros del equipo. Si este es tu caso, quizás ha llegado el momento de cambiar.
He sido testigo de como abogados brillantes no pueden ser líderes de sus equipos por su incapacidad de delegar en los demás, de confiar en su equipo e impiden el desarrollo de los abogados de su equipo.
El no saber delegar lleva consigo consecuencias lamentables como las siguientes:
- Imposibilidad de desconectar y tener tiempo libre para uno mismo
- Desconfianza y malestar en el equipo
- Aumento del nivel de estrés
- Pérdida de motivación
Puedes engañarte y pensar que nadie tiene la visión, la estrategia y la capacidad técnica para resolver los asuntos como tú. No obstante, ese pensamiento únicamente pone de manifiesto un comportamiento narcisista y de escaso liderazgo que habla de ti como persona y profesional. Un líder que dirige un equipo dependiente de él, con abogados que nunca podrán desarrollarse y que si quieren demostrar su talento tendrán que salir del despacho.
La incapacidad de delegar es quizás uno de los temas que produce más problemas en la gestión del despacho: fuga de talento, rotación de abogados y ambiente tóxico en el despacho. Por ello, es importante que si te falta esa capacidad y además diriges un despacho o un equipo, te plantees que está ocurriendo con este aspecto.
Imagínate poder preparar tu marcha del despacho durante las vacaciones con la tranquilidad de dejar los asuntos en buenas manos, con una organizada delegación de asuntos, un seguimiento adecuado y un equipo capaz de manejar todos los temas, mientras disfrutas de las vacaciones tan esperadas en compañía de tu familia y amigos, sin interrupciones y dedicándoles, por fin, un tiempo de calidad. Disfrutar de tiempo libre, ser capaz de gestionar tu tiempo y lograr la conciliación laboral y personal que tanto deseas, teniendo la capacidad de desconectar del despacho y recuperar la motivación y la ilusión que, tras años de ejercicio, está disminuyendo.
No te estoy hablando de quimeras ni de sueños imposibles. Ha llegado el momento de decidir si deseas que tus próximas vacaciones sean como las de siempre, atado al teléfono y sin desconectar del correo electrónico, o bien deseas un nuevo horizonte y experimentar una verdadera desconexión del derecho durante algunas semanas.
El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho Wayne W. Dyer
Reflexiona sobre lo que te está impidiendo abordar la falta de delegación, quizás sea tu propia zona de confort y de una actitud a la que ya estás acostumbrado. No obstante, no es algo que no puedas asumir, superar o mejorar. Se trata de pasar a la acción y tener la valentía de trabajar en tu próximo reto contigo mismo y en el que, sin duda, puedo acompañarte y ser testigo de tus logros, como ya lo he sido del logro de otros abogados.
Disfrutar de una vida con calidad, bienestar y dirigir un despacho de forma más eficiente y en el que tus colaboradores trabajen para conseguir mejores resultados para el despacho es posible, está en tu mano el poder conseguirlo y pasar de «abogado-jefe» a «abogado-líder».