Tiempos de crisis, tiempos de cambios, ¿lo mejor está por llegar?
El cambio y la incertidumbre son dos característica intrínsecas a la vida de cualquier ser humano. No obstante, aún sabiendo que es parte de nuestra vida, cuando se producen situaciones inesperadas, siempre nos acaban cogiendo de forma desprevenida y sin saber cómo actuar.
Seguramente en estos meses has tenido la oportunidad de cuanto menos reflexionar sobre cuál es el sentido de tantas prisas, stress, o al contrario, has vivido auténticas situaciones estresantes que han dado un giro a tu vida. Sea como fuere, después de lo ocurrido estos meses, no podemos ser los mismos, y, nuestras carreras tampoco lo son.
¿Existe una carrera lineal para toda la vida? Mi opinión es que no. Para ello, es importante trabajar en algunos aspectos de nosotros mismos para que, después del cambio lo mejor esté por llegar.
- La visión. Tener visión es uno de los aspectos clave para el éxito de cualquier carrera profesional. La visión supone adelantarse a los acontecimientos, a lo que está por llegar, a ir siempre por delante. Para ello, resulta necesario buscar momentos de desconexión de nuestras rutinas diarias, no tanto para no pensar en nada, sino para poder pensar en nosotros mismos, en nuestros verdaderos deseos. Las mejores ideas siempre surgen en la sencillez de nuestros actos cotidianos. La visión requiere de entrenamiento y, sobre todo, de escucha. ¿Qué visión tienes sobre tu futuro? ¿Qué va a ocurrir con tu despacho? Una persona sin visión propia está muerta en vida.
- Las emociones. Las emociones humanas son las que gobiernan el mundo. No son positivas, ni negativas en sí mismas. Todo depende de cuál sea tu relación con ellas. Una buena gestión emocional requiere nombrar las emociones, vivirlas, sentirlas, esto es, sentir que estás viviendo. Ello es muy distinto que estar sobreviviendo. Es cierto que, en ocasiones, las emociones nos pueden desbordar. No obstante, una vez las expresamos y las sentimos pueden darnos la fuerza para volver a empezar.
- Los talentos. ¿Conoces tus verdaderos talentos? Los talentos no tienen porque ser reconocidos por los demás. Todas las personas podemos tener talentos que están ocultos y que, ni tan siquiera nosotros mismos, sabemos que existen. En este momento actual, resulta imprescindible profundizar en el conocimiento de tus talentos. Y, para ello, no hay otro camino que el autoconocimiento. El desarrollo de las carreras profesionales tienen una parte de análisis de uno mismo. De esta forma, podremos asegurarnos no tanto una carrera profesional lineal, pero sí una carrera con múltiples opciones y posibilidades. En la abogacía no siempre acabará nuestro ámbito profesional. Un profesional de la abogacía se puede reconvertir en un gran formador, una buen orador, un buen comercial etc.
- La edad. La edad no puede ser una excusa para afrontar el cambio. En el libro de Napoleon Hill «Piense y hágase rico» se enumeran diferentes ejemplos de personas, que lograron desarrollar sus talentos en edades de 40 a 50 años. «Si usted desea pruebas de que la mayoría de las personas no empiezan a realizar su mejor trabajo hasta la edad de cuarenta años, estudie los datos de los hombres de mayor éxito, y descubrirá esas pruebas. Henry Ford no empezó a lograr grandes cosas hasta que pasó de los cuarenta. Andrew Carnegie ya había cumplido cuarenta años cuando empezó a cosechar la recompensa de todos sus esfuerzos. James J. Hill aún seguía manejando un telégrafo cuando tenía cuarenta años, y sus estupendos logros los alcanzó después de esa edad. Las biografías de muchos industriales y financieros estadounidenses demuestran que el período que media entre los cuarenta años y los sesenta es la edad más productiva de las personas.»
- La creatividad. En tiempos de crisis surgen las ideas más creativas. La creatividad requiere tomar tiempo para expresarla, crearla y implementarla. ¿En qué áreas de tu vida profesional puedes ser más creativo/a? ¿Cómo podrías realizar alguna de tus tareas diarias de forma diferente? La rutina y la monotonía son la muerte para la creatividad. No es tiempo de monotonías, ser lineales y conformarse con el pasado. Prueba ideas nuevas, experimenta, crea nuevos recursos, y nuevas formas. Es tiempo de ser personas creativas y siempre confiar en nuestros propios recursos. ¿Qué podrías cambiar en el despacho? ¿Cuál sería una nueva forma de ejercer la abogacía? ¿Qué cambiarías para ser más feliz en tu vida profesional?
- El liderazgo. Toda persona tiene su propio liderazgo y es líder en distintas áreas de su vida. El liderazgo comienza siempre desde la propia persona. Es difícil ser una persona líder con las otras personas si no lidera a ella misma. La persona líder nunca se traiciona, es fiel a sus ideas y a su visión. ¿Eres el líder de tu propia vida? ¿Cómo deseas liderar tu carrera profesional?. Sean cuales sean las circunstancias, siempre vas a tener que liderar tu carrera profesional.
Las crisis y los cambios son cíclicos. No es la primera crisis ni la última que viviremos. Mi recomendación es comenzar a vivir las crisis y los cambios como nuevas oportunidades de renovación. Quizás es el momento de dar un giro a tu carrera profesional y el despido te facilita la decisión. Las crisis, en ocasiones, nos impulsan a tomar decisiones que en otro momento no nos atreveríamos a tomar, por no perder la estabilidad. En cambio, cuando la estabilidad ya no existe es el momento de asumir riesgos. Pueden ser riesgos medidos. Tenemos la fortuna de contar con una buena educación y otras habilidades que hemos ido adquiriendo ejerciendo nuestra profesión. En ocasiones, los cambios pueden ser de ámbito de actuación de despacho a empresa, de empresa a despacho, de despacho grande a despacho pequeño. Seamos flexibles y vamos a dejarnos sorprender por todo lo que esta crisis nos puede aportar.
Un cambio o una reorientación no tiene porque ser negativa, si se realiza con visión, teniendo en cuenta nuestros talentos, siendo creativos y reforzando nuestras habilidades de liderazgo, hacia nuestro nuevo destino profesional.