Consejos para dinamizar la carrera del abogado
Las carreras profesionales no son lineales. En otros ámbitos distintos al jurídico, el trabajo para toda la vida en una misma empresa está desapareciendo. Con la irrupción de la figura de los emprendedores, las nuevas tecnologías y la globalización, la idea de una carrera para toda la vida en una misma empresa o lugar parece cuanto menos desfasada.
No obstante, en el ámbito de la abogacía los cambios de mentalidad suelen costar mucho más y, aunque cada vez son más los nuevos abogados que no aspiran a quedarse en el primer despacho para siempre, en las generaciones anteriores aún existe cierto miedo a cambiar de despacho, colgar la toga o incluso optar por el cambio a una empresa.
Este miedo al cambio conlleva que muchas personas prefieran estar desempeñando su labor de forma desmotivada, incluso aguantando situaciones que cada vez son más insostenibles, por un mal ambiente enrarecido con el tiempo, ante el miedo a ser demasiado mayores, renunciar al sueldo actual y perder la estabilidad. Todas estas opciones son perfectamente válidas siempre que no se ponga en riesgo la salud de la persona. La abogacía es una de las profesiones con mayores índices de depresión y desmotivación. La figura del abogado desilusionado y harto de la profesión es irremediable.
En ocasiones es fundamental saber reconocer nuestros propios límites y tener la valentía de afrontar el cambio profesional que tanto deseamos, unas veces producidos por el cansancio derivado de muchos años de ejercicio, otras veces ante la falta de crecimiento dentro del despacho en el que ejercemos y, en el caso de los nuevos abogados, ante la frustración por la falta de reconocimiento económico. Ya tengas, 25, 30, ó 55 años un cambio profesional es posible a cualquier edad, lo importante es contar con inquietudes, perseverancia e ilusión para llevarlo a cabo.
La abogacía necesita personas valientes que se arriesguen por el cumplimiento de sus sueños, que sean capaces de dotar de creatividad y dinamismo a la profesión, además de desarrollar una nueva forma de ejercicio, más dinámica y acorde a los nuevos tiempos.
En los últimos años estamos siendo testigos de la aparición de nuevos despachos que han entendido el reto de ofrecer servicios más acordes a los nuevos tiempos. Así han aparecido despachos especializados en mediación, marketing jurídico, selección de abogados, despachos que prestan asesoramiento a start ups o incluso abogados que se han decantado por dedicarse a la gestión del conocimiento o a la comunicación jurídica, todas ellas áreas innovadoras pero muy necesarias en el ámbito legal. Por ello, me gustaría animarte a que no te conformes con lo que tienes, aunque creas que resulte imposible, no lo es, de ti depende tener el empuje para cuanto menos intentarlo, porque, en definitiva, se trata sobre todo de ti y de tu propia felicidad.
Gracias a mi trabajo soy testigo de cómo los abogados pueden reiventarse, darle un nuevo aire al ejercicio de su profesión, cambiar de sector y realizar algo completamente distinto, o simplemente aprovechar mucho más su talento desarrollando funciones que les apasionan y en las que son realmente excepcionales. Por fortuna, puedo hablar con conocimiento de causa y ya hay muchos abogados inyectando aires de creatividad, innovación y flexibilidad a este profesión.
En definitiva, las carreras actualmente son cambiantes y todos podemos en un momento dado decidir darle un nuevo rumbo, lo fundamental es perder el miedo a salir de nuestra zona de confort y llegar hasta lo que se denomina la «zona mágica», en la que las nuevas experiencias, los nuevos retos y sobre todo la satisfacción de realizar un trabajo más acorde a nuestro propio talento sea posible.