Hábitos profesionales de los abogados del siglo XXI
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Hábitos profesionales de los abogados del siglo XXI

Es evidente que todos somos profesionales del siglo XXI desde un punto de vista cronológico. No obstante, en la práctica lo que determina si lo somos o no son nuestros hábitos y nuestra forma de entender la realidad profesional que nos rodea.

Actualmente se hace cada vez más necesaria la tesis de Charles Darwin según la cual “No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta a los cambios”.

En el sector legal el cambio está costando, seguimos aferrándonos a un ejercicio profesional tradicional, que no acaba de adaptarse a la realidad profesional actual. Los abogados necesitamos salir de nuestra zona de confort y abrirnos a las necesidades del mercado actual y hacia una nueva forma de ejercer la profesión.

El canadiense Jordan Furlong en su libro “The new world of legal work. The changing rules of the 21st century” reflexiona sobre la reciente confusión del mercado que ha cambiado lo que los abogados piensan de sí mismos, de su trabajo, y de su carrera profesional.

¿Cuáles son los hábitos que los abogados precisamos adquirir para convertirnos en profesionales del siglo XXI?

  • Manejar la incertidumbre y el cambio
  • Aceptar la incertidumbre y desarrollar recursos suficientes para adaptarnos al cambio de forma ágil y natural.
  • Promover la colaboración
  • Entender los asuntos jurídicos como proyectos en los que colaboran profesionales de distintos sectores, no necesariamente del sector legal, para compartir y conectar  conocimientos.
  • Ser creativos
  • Aportar nuevos puntos de vista, buscar la innovación y desarrollar sistemas de mejora constante para generar valor.
  • Construir relaciones y dominio de redes sociales
  • Orientarse hacia la especialización
  • Lideran su carrera profesional

El desarrollo profesional ya no depende del despacho o de la empresa, sino que es el profesional el que lidera y marca su hoja de ruta profesional. El diseño de la visión, misión y objetivos resulta clave en la consecución de resultados y en la dirección de la carrera profesional.

La especialización nos permite ofrecer un servicio de alto valor añadido y exclusivo para diferenciar nuestra labor profesional.

La construcción de relaciones resulta clave en el mercado actual. La interacción con las personas, romper con la imagen del abogado en solitario y desarrollar habilidades interpersonales, de marca personal para alcanzar visibilidad y llegar a más personas.

En definitiva, el adquirir nuevas habilidades profesionales como abogados depende de nuestra capacidad para gestionar el cambio, cuyo ritmo está determinado por nuestros clientes y al que necesariamente hemos de adaptarnos.