Los retos de los ábogados jóvenes
Grado, máster de acceso, máster de especialización, prácticas, llega el momento de incorporarte a un despacho. Ya eres abogado, joven y ¿ahora qué?. Comienzas los procesos de selección, ¿despachos grandes, medianos pequeños?, en algunos te ofrecen un contrato en prácticas, en otros un sueldo bajo y en otros ni siquiera te pagan. Comienza el desánimo, las dudas, ¿me habré equivocado al elegir estudiar derecho? ¿Cómo es posible que tras tantos años de estudio, de sacrificios, de dinero invertido, ésta sea la realidad que me espera?.
El ejercicio de la profesión nunca ha sido fácil. No lo era hace algunos años y tampoco lo es ahora. No obstante, eso no significa que tengas que renunciar a tu sueño de ser abogado, a tu vocación y a tu pasión.
En los jóvenes está el futuro de la profesión, la abogacía necesita tu entusiasmo, tu vitalidad, tu aprendizaje continuo, tu modernidad y tu creatividad.
¿Cómo afrontar, entonces, los comienzos profesionales?
- Ocúpate de tu desarrollo profesional. Elige una especialización y conviértete en un especialista en una materia. No puedes saber de todo. La especialidad te ayudará a diferenciarte y aumentar tu valor en el mercado.
- Busca una primera experiencia profesional en un despacho o en una empresa que cuente con buenos profesionales. Esto parece obvio. No obstante, son muchas las personas que no eligen su primera experiencia profesional y se dejan llevar por la primera oportunidad que les ofrece el mercado. Es un error. Incluso si es la primera experiencia profesional la has de elegir tú.
- Toma el permiso para poder cometer errores. Especialmente si optas por emprender y abrir tu propio despacho, te faltarán referentes y experiencia. Por tanto, la única forma de aprender será arriesgando a tomar decisiones. Es posible que llegues a equivocarte, no las tomes como un fracaso, sino como parte del aprendizaje. Cuanto antes te equivoques mayor aprendizaje y experiencia adquirirás.
- Invierte en tu desarrollo personal. El ejercicio del derecho y de cualquier profesión implica, además de contar con una sólida base técnica, adquirir habilidades de liderazgo, buen manejo emocional y comunicación. Cuanto mayor sea tu desarrollo personal, más satisfecho te sentirás del ejercicio profesional. Necesitas obtener tus propios recursos para ayudarte a desplegar tu máximo potencial.
- Conviértete en un abogado joven que lidere su carrera profesional. Las características de un buen líder son la persistencia, pasión y visión ante los retos. Mantén intacta la confianza en tus posibilidades, diseña tus retos y elabora un plan para la consecución de tus metas. Busca la pasión en todo lo que haces y contagia esa pasión y alegría a los demás.
- Comunica a los demás tu punto de vista, implícate en asociaciones de jóvenes profesionales. Esto te ayudará a compartir experiencias con personas con tus mismas inquietudes, realizar networking y darle visibilidad a nuevas ideas y nuevos puntos de vista, que enriquecen a la profesión.
- Huye del pesimismo y de la queja. La queja y el pesimismo no serán unos buenos compañeros para este viaje que estás iniciando. No se trata de no ver la realidad, sino buscar nuevas alternativas, que te permitan desarrollar tu talento. La queja bloquea e impide avanzar. No malgastes tu energía en ella, enfócate en lo que puedes mejorar. Rodéate de personas positivas y creativas con las que compartir conocimientos y puntos de vista.
- Confía en ti mismo y recuerda tu vocación. El deseo por lograr tus metas ha de ser el pilar fundamental, que guíe tu carrera profesional. Aún en tiempos difíciles recuerda qué es lo que deseas, qué te hizo decantarte por esta profesión. Eso permitirá conservar tu motivación y tu ilusión intacta. No te desanimes, ni desistas de tu sueño, aunque te encuentres con personas que no confíen en ti. Sigue buscando tu lugar con persistencia y confianza en tus posibilidades.
Es importante ofrecer apoyo, espacio e independencia a los jóvenes que se inician en la profesión. Es la mejor manera de colaborar y crear juntos un futuro. Todos deseamos una profesión dinámica, y adaptada a los nuevos tiempos. Para ello, la abogacía necesita el empuje y la vitalidad de los jóvenes, para que pueda renovarse y avanzar. Los abogados jóvenes tienen mucho que aportar a la profesión.
Por ello, no dejes que las circunstancias y las dificultades externas impidan demostrar tu talento y conseguir lo que deseas. Mantén intacta tu vocación y tu ilusión para convertirte en el abogado que deseas ser. Para ayudarte en este camino te invito a que descargues la Guía que he preparado para mantener intacta tu motivación a lo largo de tu carrera profesional.