¿Cómo puede el abogado mejorar su bienestar?
Seguramente te estarás preguntando si es posible lograr el bienestar en tu día a día en el despacho. ¿Es posible lograr un bienestar siendo abogado? La respuesta es sí. El bienestar no depende tanto de la profesión a la que te dediques sino del cuidado que tengas hacia ti mismo.
Estamos en una sociedad en la que principalmente se nos invita a desconectarnos, a no dedicarnos tiempo a nosotros y simplemente correr con plazos, clientes y niños ocupándonos de todos menos de nosotros mismos.
¿Qué puede hacer para salir de esta trampa y poder centrarte en ti mismo? Aquí te dejo algunos consejos que estoy segura podrán ayudarte a mejorar tu bienestar en el despacho.
- Cuando comiences tu día dedica unos minutos a pensar en ti. ¿Qué esperas del día que empieza? ¿Qué es lo más importante para ti hoy? ¿Qué momento del día vas a dedicar para ti? Reflexiona, aunque sea unos minutos para ello.
- Dirige las conversaciones con el cliente. Es importante comenzar en el día en el despacho dándote cuenta de cómo estás. Ante esa reunión difícil con el cliente, no dejes de observarte, qué dice tu cuerpo, qué dice tu comunicación. No podrás conectar con tu cliente si pierdes la conexión contigo. Se trata de pensar en la mejor solución para tu cliente, pero también de ver cómo se siente y sobre todo saber cómo esa conversación te está afectando a ti y de cómo dirigir la comunicación hacia donde te interese.
- Haz pausas para descansar. Dedica unos minutos de pausa para respirar y ver cómo va el día. Puedes aprovechar para tomarte un café en el despacho y estar por ti. ¿Cómo va el día? Si sientes que el stress se apodera de ti respira hondo, la respiración es un buen recurso para llevarnos a otro estado emocional. Ante ese escrito que se te atasca, llamadas, mails, reuniones…date un descanso. Es preferible descansar 10 minutos y volver a afrontar el ritmo que seguir y desgastarte.
- Recuerda la importancia de comer bien. En el ritmo frenético y exigente del abogado en ocasiones resulta difícil no comer en 10 minutos o incluso hacerlo delante de ordenador. Te animo a que no lo hagas. Todo aquello que tengas pendiente puede esperar media hora. Puede que un día no tengas más remedio que sentarte a comer delante del ordenador, pero no lo conviertas en un hábito.
- Dedícate un buen descanso. En ocasiones al salir del despacho tenemos la sensación de estar agotados, sin fuerzas y lo malo es que con todo ello tenemos que continuar lidiando con nuestra faceta familiar, o quién no tiene hijos seguir con los asuntos del despacho. Desgraciadamente en abogacía resulta normal no dormir y no desconectar del trabajo. Esos hábitos no van a llevarte a una buena salud física y mental. Trata de romper hábitos, desconecta y toma tiempo para ti. ¿Cuál es el beneficio para ti en no desconectar? ¿Qué te aporta el seguir trabajando? Piensa en ello, si no obtuvieras un beneficio probablemente no lo harías.
Recuerda que ante todo lo importante eres tú. Es posible que el despacho sea una parte importante de tu vida, pero no lo es todo. Si la justicia está representada por una balanza, te animo a que pienses también en esa balanza para tu vida. En el equilibrio está el secreto. En mis sesiones de coaching puede ver a personas desmotivadas con la profesión. No dejes que eso te ocurra a ti, puedes disfrutar de tu profesión y llevar una vida saludable, sólo depende de ti.
Berta Santos