La soledad del abogado
¿Cuántas veces te has sentido solo o sola en la profesión de la abogacía? La sensación de soledad es muy habitual en algunas profesiones y, especialmente, en la abogacía.
En la Facultad de Derecho te han enseñado a estudiar por tu cuenta, sin fomentar el trabajo en equipo, ni la colaboración entre compañeros.
Ya sea que estés en un despacho grande, en uno mediano o sobre todo si te has decantado con abrir tu propia firma, la soledad será una compañera que te acompañará en tu día a día. No obstante, en la carrera no te han enseñado a cómo lidiar con ella, para que, en lugar de tu enemiga, pueda convertirse en una aliada.
«La soledad no me debilita, me fortalece, me llena de algo extraño que me nutre, me habla de noche, me cuenta cuentos, historias que son verdad, que son verdades » Chavela Vargas
Existen algunas herramientas que pueden ayudarte a combatir esta soledad, para evitar que derive en estados de estrés, ante la sensación de «verse solo ante el peligro» y así hacer más llevadero el ejercicio de una profesión que cada día es más exigente, competitiva y difícil. Desde mi punto de vista, las que más podrían ayudarte son las siguientes:
A) El autoconocimiento
Sócrates decía «Conócete a ti mismo». En esta frase radica el principal secreto para lograr bienestar en la vida profesional y personal. Cuando más conocimiento tengas de cómo eres, de lo qué necesitas y mejores la relación contigo mismo, mayores posibilidades tendrás de llevar una vida profesional satisfactoria. La formación en Inteligencia Emocional puede ayudarte en la gestión de tus propias emociones, aquéllas que surgen en algunos momentos de tu día a día, por ejemplo, cuando no sabes cómo conseguir más clientes, o te surgen dudas sobre tu carrera profesional, o la soledad ante la preparación de un juicio. Las emociones son estados transitorios que si se manejan bien, únicamente nos dan información y nos alertan de lo que nos está pasando.
B) Manejar los pensamientos
En el cerebro se producen miles de pensamientos y ésa es una de sus funciones. No obstante, cuando esos pensamientos se vuelven negativos, repetitivos y cargantes hay opciones y elecciones que puedes desarrollar. Uno gran ayuda para ello es la meditación o también reconvertida ahora en «mindfulness». Es importante entender que la meditación no implica raparse la cabeza e irse a meditar a las montañas. La meditación es una herramienta para ayudarte a calmar tu mente y parar el ciclo de pensamientos negativos y repetitivos, con el objetivo de lograr reposar la mente durante unos minutos. Para ello, requiere concentrarse en la respiración y centrarse en el cuerpo. La meditación te ayudará a conseguir más claridad mental, dar perspectiva a tus preocupaciones y recuperar la tranquilidad.
C) El coaching
Me gusta definirlo como la puerta de entrada hacia uno mismo. Es una buena herramienta para entrar en contacto contigo mismo. Te ayudará a cuestionarte todo aquello que no está funcionando en tu vida y a poder buscar una solución. Además, el hecho de estar acompañado de otra persona te ayudará a paliar y sobrellevar mejor la soledad.
D) El mentoring
Buscar la figura de una persona con mayor experiencia que pueda ayudarte y aconsejarte en tu carrera profesional, puede ser de gran utilidad en esos momentos en los que puedas sentirte atascado.
Para todo ello, es importante dejar a un lado el ego, desde mi punto de vista, el principal mal de la abogacía. Es cierto que todos lo tenemos. Cuando somos capaces de pedir ayuda, sentirnos vulnerables y ser conscientes de que no podemos llegar a todo, entonces se abre un mundo de nuevas posibilidades.
Sin duda, los momentos de calma y de soledad elegida pueden ayudarte y llevarte a grandes reflexiones. En definitiva, la soledad puede ser una gran compañera siempre que la acompañes de pensamientos y emociones beneficiosas para tu bienestar.