La misión del abogado y del despacho
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La misión del abogado y del despacho

¿Te has planteado alguna vez cuál es tu misión como abogado/a? Se trata de una cuestión compleja a responder. No obstante, puede ayudarte a conocer tus prioridades, desarrollar tu talento y aumentar el entusiasmo por tu profesión.

¿Qué función cumple la misión en tu ejercicio profesional? La misión representa a nivel del individuo lo que la Constitución, como norma fundamental, es para el ordenamiento jurídico. La misión es la norma fundamental y la base para tomar decisiones acerca de la orientación profesional, de la vida y de todas las circunstancias y emociones que nos afectan.

Si eres socio de un despacho es esencial tener clara su misión, porque constituye el marco bajo el cual van a regirse los colaboradores y los socios. La misión es una pieza clave para los líderes de un despacho y requiere tiempo, paciencia, participación, habilidades y empatía.

Un buen enunciado de la misión del despacho posibilita crear un marco de referencia, el núcleo de la organización y un conjunto de criterios bajo cuya guía habrán de regirse todos sus colaboradores. Lo cual contribuye a la alineación, al aumento del compromiso y a la cohesión de todos los miembros del despacho, para el logro de objetivos y resultados.

En una profesión como la abogacía con tanta exigencia y complejidad resulta cada vez más necesario conocer la motivación, la ilusión y el significado del para qué ejercer como abogados/as.

Luis Martín Mingarro  ex decano del Colegio de Abogados de Madrid, cuando le preguntaban en una entrevista de Lawyerpess qué consejo daría a los jóvenes abogados/as decía «encontrar los motivos de ilusión y conservarlos a lo largo de la trayectoria profesional».

¿Qué hemos de tener en cuenta para construir nuestra misión profesional?

  1. Reconocerse como el programador de tu misión: formula el programa. Aceptar la idea que somos responsables y proactivos para dar expresión al abogado/a que deseamos ser y los retos que deseamos alcanzar.
  2. Tomarse tiempo para reflexionar. Buscar momentos de introspección y de análisis cuidadoso de los valores y orientaciones más concisos y personales.
  3. Preparar un borrador e introducir los cambios necesarios. Así como preparas varios borradores de contratos, puedes revisar el enunciado de la misión regularmente, teniendo cuenta las nuevas comprensiones que vas descubriendo.
  4. Enunciar la misión de forma simple y clara. Busca una palabra clave que la sintetice al máximo.
  5. Experimentar la sensación de claridad, organización y compromiso, para tomarla como propia y la puedas recordar en los momentos difíciles.

Adquirir el sentido de la misión supone contar con el poder de evaluar efectivamente todas las decisiones concernientes al uso más efectivo del tiempo, del propio talento y energía. Los grandes líderes de la humanidad han contado con misiones perfectamente definidas:

Martin Luther King «Libertad: Terminar con la discriminación racial y las injusticias sociales»

Charles Darwin «Evolución: Observar el cambio y la adaptación al entorno»

La definición de la misión profesional forma parte de un proceso de reflexión, que permitirá clarificar y ayudarte a tomar perspectiva de lo que verdaderamente deseas ser y hacer en tu vida profesional, para que sea congruente y equilibrada con tus intereses personales.